Les comparto el enlace del programa:
https://open.spotify.com/episode/2OrZLIzoVO1TxolhStfN6Z?si=AYzuUeScQEu6dwUTDvZOwg
¿Y no sabes además, proseguí, que por necesidad existen tantas especies de caracteres humanos como formas de gobierno? ¿O crees tú que los gobiernos nacen por acaso de los encinos o de las piedras y no de los caracteres de los ciudadanos, los cuales, como el peso en la balanza, lo arrastran todo consigo? 544d-e.
Por consiguiente, si hay cinco formas de gobierno, deberá haber en los particulares cinco disposiciones del alma. 544e.
Como escuchamos en episodios anteriores,nuestros gobernantes sí nos representan; ya que surgen del mismo pueblo justo o injusto.
Estas formas injustas de gobierno,provienen de la corrupción de la aristocracia. La corrupción de lo mejor, deviene lo peor.
La forma de gobierno peor, supone a las anteriores. Nace de ellas, por así decirlo.
TIMOCRACIA.
Platón empezará con el análisis de la Timocracia, la cual es una palabra inventada por él, para explicar el gobierno de los que buscan la alabanza y honores:
Avaros de su dinero, tanto por venerarlo cómo poseerlo clandestinamente, serán al mismo tiempo amigos de gastar lo ajeno para satisfacer sus pasiones, y cosecharán sus placeres en secreto, ocultándose de la ley como los niños de sus padres. Y todo esto por no haber sido educados por la convicción, sino por la fuerza, y por haber hecho poco aprecio de la verdadera musa, la de la dialéctica y la filosofía, y haber honrado con mayor veneración a la gimnástica que a la música. 548 b-c.
Estos hombres comenzaron con el culto a su cuerpo y de ahí, pasaron a gustar las alabanzas y honores de los demás.
Platón describirá al hombre timocráta:
Y como de su natural no es un hombre perverso, sino frecuentador de las malas compañías, adopta un término medio entre las dos fuerzas que lo solicitan y entrega el gobierno de sí mismo a la parte intermedia, la ambiciosa y colérica, y se convierte, en suma, en un hombre altanero y pagado de honras.
OLIGARQUÍA.
De la Timocracia surge la Oligarquía. Cito:
Al gobierno, respondí, basado en el censo de la renta, en el cual mandan los ricos, sin que los pobres tengan parte en el gobierno. 550c-d.
-Exacto.
Y así, los hombres ambiciosos de supremacía y de honores acaban por volverse amantes del negocio y la riqueza. Al rico lo alaban y lo admiran y lo promueven a los cargos públicos, mientras al pobre lo desprecian. 551a.
Ponte a pensar, en efecto, lo que pasaría si a los pilotos de las naves se les eligiera de este modo, por la estimación de su fortuna y no se le confiara al pobre, por superior que pudiera ser en esto del pilotaje.
¿No crees que este hombre hará subir al trono aquel al elemento codicioso y avaro que hay en su alma, al cual asentará como gran rey en su corazón, revestido de tiara, collar y cimitarra? 553c.
El oligarca está dividido en su interior por dos deseos, entre el amor a sí mismo y el amor hacia las riquezas. También está ávido de honores, por surgir de la timocracia:
Y por esto, a lo que pienso, un hombre de esta especie guarda más que muchos el decoro de las apariencias, pero habrá volado muy lejos de la verdadera virtud de su alma acorde y armónica.
DEMOCRACIA.
La democracia nace de la oligarquía, nace del deseo de todos de tener riqueza, todos por igual, pero sin ningún esfuerzo por conseguirla.
Pues así se instala en la ciudad, según pienso, estos ociosos provistos de aguijón y bien armados, unos cargados de deudas, otros tachados de infamia, y algunos en ambas situaciones. Con el odio que tienen tanto a los que han adquirido sus bienes como al resto de los ciudadanos, conspiran contra todos y ansían la revolución. 555d.
La revolución surge del resentimiento y descontento de algunas personas. La misma democracia surge de ese resentimiento:
Nace, pues, la democracia, creo yo, cuando los pobres, victoriosos de sus contrarios, matan a unos, destierran a otros, y comparten igualitariamente con los que quedan el gobierno y las magistraturas, que en este régimen, además, suelen cubrirse por sorteo. 557a.
En la democracia no gobiernan los mejores, sino los más populares o los más ricos, o ambos.
Adimanto agregará:
Así es, en efecto, dijo, cómo se establece la democracia, ya sea que se origine por las armas, ya por el miedo que obliga a los ricos a retirarse. 557a.
En primer lugar, ¿no es verdad que los hombres son allí libres, y que la ciudad está inundada de libertad y de franqueza, con licencia para cada uno de hacer lo que se le antoje? 557b.
La libertad y franqueza de la democracia son apariencia. Son los principios del liberalismo moderno.
La impunidad hace acto de aparición en la democracia:
¿Y qué? ¿No es muy graciosa la tolerancia que se tiene con ciertos condenados por la justicia? ¿O no has visto en un Estado de esta especie a hombres que, habiendo sido condenados a muerte o destierro, permanecen todavía en la ciudad y circulan en público, sin que nadie parezca cuidarse de ellos ni siquiera verlos, cual sí fuesen el fantasma de un héroe? 558a.
Y líneas adelante añade:
¡Con qué arrogancia se pisotean estas máximas, sin preocuparse para nada de aquellas disciplinas por las cuales debe el hombre hacerse cargo de los negocios públicos, sino que les basta para honrar a cualquier sujeto con que éste se declare amigo del pueblo! 558b-c.
TIRANÍA.
De la corrupción de la democracia, surgirá la tiranía.
A mi juicio, cuando una ciudad gobernada democráticamente y sedienta de libertad, se encuentra con que la dirigen unos malos escansiadores y, sobrepasando la medida, se embriaga de libertad pura, castiga entonces a sus gobernantes si no son enteramente condescendientes y no le sirven copiosamente la libertad, tachándolos en este caso, de villanos y oligárquicos. 562c-d.
Y por último, como creo que lo sabes, acaban por no preocuparse más de las leyes, escritas o no escritas, a fin de no tener de ningún modo ningún señor. 563d-e.
Y por último, nuestro filósofo añadirá para hacernos reflexionar sobre nuestros tiempos:
Pues lo mismo pasa cuando el jefe del pueblo, dispone de una multitud totalmente sumisa, no sabe abstenerse de la sangre de su misma tribu, sino que, levantando a los suyos acusaciones calumniosas (método predilecto de esas gentes), los lleva ante los tribunales y mancha su conciencia con la supresión de vidas humanas, abrevándose con lengua y boca impías en la sangre que corre del homicidio de sus parientes. Tan pronto destierra y mata como deja entrever la abolición de las deudas y un nuevo reparto de tierras. Para un hombre tal es una necesidad, o su destino mismo, o perecer a mano de sus enemigos o ejercer la tiranía y convertirse de hombre en lobo. 566a.
He ahí al sujeto, dije, que fomenta la disensión contra las gentes acaudaladas. 566a.
El tirano se presenta como salvador, pero en realidad busca dominar al pueblo. Este hombre termina en la más completa soledad, porque ha acabado con sus opositores y está rodeado de enemigos virtuales, acompañado por los peores.
BIBLIOGRAFÍA.
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